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PARA CONTRASTAR ALGUNOS CUENTOS

BOCA / OIDO

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Comentarios varios

Conversación en la cola del Paro: "Quillo estoi mas paráo que el caballo un´fotógrafo y más negro que el sobaco de OBAMA".-

Su santidad "el papa frita" má tieso que la enagüa La Pastora, entra en el Pú y le pide al primer camarero una coca cola y la paga, y despué le dice a´otro, oye echamé un poco má de ron, que tu compañero me a dejao mú cortito el cubata.- ¿Rostro no, o poco jurdó?

Si le das la mano a un político de la Junta (Jungla) como dice mi amigo, despué cuéntate los deos.-

Algunas veces somos má gilipollas que el que tira a portería en el anuncio del BBVA.-

A nojotros no nos tien que traducí en los telediarios lo que dicen los vascos (tá fijao de que ahora se mandan los SMS con abundancia de “K” de KAKA), por cierto que los chicarrones delnorte, ahora son mú bajitos y feos, ni catalán, que mucho la pela es la pela, pero pá pedí dinero o cuando hay alguna trastá, siempre hablan el españó; o como los madriles que dicen eso tan fino de “lor dos” pa decí que son dó. Aquí hablamos mejó que ellos, aunque un poquillo mas rápido y con mas chispa sin necesitá traductó.

Killo te cuento: No es lo mismo levantarse en el botellón a jacé pipí que a mear, parece lo mismo pero no véa la diferencia y lo agustito que te quea con ese chorro. Eh iguá que lo del Presi Rodrigue con el Barak Mojama Jussein, - quien é ese tío – Joé a vé si te pone al día, mira, los gringos pá decí negro dicen afroamericano, aquí decimos que está mú poquito tiznao que quea mejó; aunque ya le han dicho - creo que un pasta italiano - “es alto, guapo y está bronceao” por algo los capeloni se parecen tela a nosotros.

Hablando de los italianos, te viácontá el último chiste de los capillitas: Dos guiris italianos a la vuelta a su pais cuentan: Venimos de Sevilla totalmente asombrados de ver su Semana Santa – estábamos viendo una procesión llamada “La Macarena”, era impresionante ver a los penitentes uno cargado con tres cruces gruesas de madera, otro descalzo encadenado sus tobillos, sangrándole, pero el que más nos impresionó fué un penitente que le dijo a otro; ten ahí el cirio que me voy a pegar DOS LATIGAZOS.

Lo que te cuento pá escribirlo casi no le pongo comas y me pasa como la madre del soldao que le escribió su hijo desde la mili y se ajogó leyendo la carta porque no le había puesto ninguna coma. Así que ajuí, pegate el naje. Canutero